Yo tampoco veo el mar
pero quizá pueda marchar un día
a ese otro mar
 
ese otro mar nuestro
 
Quizá pueda marchar a Tierra de Campos
 
A ese otro mar inagotable
de color dorado, de tierra, de campo
Y pensarme, como no, insignificante
en la tesitura del guisante solitario
 
en ese otro mar
en el que en vez de cangrejos hay liebres
codornices, cereal
y astutos zorros durmientes
 
Puedo pensar, por poder
que los mares son hermanos
que están lejanos pero nacen
juntos, unidos
 
y que hoy están separados
pero no del todo.
Existe un túnel entre ellos
 
Un túnel que algún día
atravesaré sobre un tractor rojo
en línea directa a la bahía
donde estará esperando sentado
Rafael el poeta
recibiendo a los castellanos de Castilla
a los castellanos en tierra
ahora en mar.
