Viven llenos de mundo

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas
es ojo porque te ve.

Antonio Machado

Lo primero que se ama
son los ojos: belleza
reunida mirándose.

Antonio Gamoneda


No se puede imaginar el mundo
sin esos peculiares globos dirigidos.
Pueden morirse repentinamente, en segundos
los pelos, las orejas, incluso los brazos
pero si mueren los ojos no hay mundo
porque el mundo vive en los ojos
porque la vida vive en los ojos
porque todo está en los ojos.

El mundo -como lo que llaman amor-
nace de cuatro ojos que dos a dos
se miran sorprendidos.
Los ojos resaltan en un cuerpo
como cerros en una meseta
como dos platos de blanca cerámica
en una mesa de mantel rojizo.
En los ojos viven pequeños duendes
que vociferan miradas múltiples,
desde la infantil, sorprendida, amante
de colores y homólogos apéndices
hasta la lasciva mirada en la noche.

No se puede imaginar el mundo
sin los ojos. A veces millones
de ellos se reúnen clandestinos
en las más largas noches
para mirarse y para mirarnos.
Se besan en la oscuridad
sin cerrarse y antes de volver
veloces a sus cavidades -sin murmurar-
se guiñan cómplices.

Es imposible imaginar el mundo
sin ojos.
Me vive besar los tuyos.